viernes, 23 de noviembre de 2012

La memoria, y Emociones Psicológica, Fisiológica y Conductualmente.



                                           Definición y Concepto de Memoria



         La memoria es una facultad que le permite al ser humano retener y recordar hechos pasados. La palabra también permite denominar al recuerdo que se hace o al aviso que se da de algo que ya ha ocurrido, y a la exposición de hechos, datos o motivos que se refieren a una cuestión determinada.
      Por otra parte, la memoria es una disertación escrita  o un estudio sobre alguna materia. Otro de sus significados hace referencia a la vinculación de gastos realizados en una dependencia u operación comercial.
       Una memoria puede ser una obra  que alguien desarrolla sobre un papel para narrar vivencias personales o distintos detalles de su vida privada. Incluso se utiliza el concepto como un saludo o recado cortés a un ausente, ya sea por escrito o por medio de otra persona.
                                                                                        Respecto a la memoria humana, puede decirse que es la función cerebral que se detecta por las conexiones sinápticas entre las neuronas. Según su extensión temporal, suele hablarse de la memoria a corto plazo (resultante de la simple excitación de la sinapsis a fin de potenciarla o sensibilizarla de manera transitoria) y de la memoria a largo plazo (un refuerzo de la sinapsis de carácter permanente que se logra por la estimulación de genes determinados y por la síntesis de ciertas proteínas).

      A diferencia de la memoria de los animales, que suele actuar sobre la base de sus necesidades presentes, la memoria del hombre posee la capacidad de contemplar el pasado y planificar el futuro. De acuerdo a algunos científicos, el hombre apenas utiliza una diezmilésima parte (0,0001) del potencial de su cerebro a lo largo de su vida.
     En la psicología se le llama memoria emocional a la capacidad de almacenar recuerdos a partir de determinadas emociones. Este mecanismo funciona de forma unido a la memoria procedimental y la declarativa y es el que nos permite etiquetar y conservar noción de determinados recuerdos vinculados con las emociones. De tal modo que cuando relacionemos un hecho actual con uno vinculado con nuestro pasado podamos conmovernos, reír o sentir placeres similares. Esta memoria es la que nos permite recordar caras, aromas, sabores y saber si nos gustan o no.

        La memoria es un bien precioso pero sumamente expuesto a ser corrompido, tal es así que en la tercera edad existe una decadencia en la capacidad cognoscitiva que afecta inevitablemente a la memoria. Este problema no sería tan grave si no estuviera relacionado con una alteración en el normal funcionamiento social y laboral del individuo, ya que la memoria es fundamental para todos los aspectos de la vida cotidiana, desde recordar dónde guardamos las medias hasta qué actividades debemos realizar.

      El deterioro de la memoria asociado a la edad (DEMAE) es un trastorno que engloba las consecuencias de la pérdida de memoria en la vejez y que se caracteriza por ser un estado clínico donde disminuye la función mnésica sin una causa aparente. La pérdida de la memoria a su vez, está relacionado con el desarrollo de enfermedades demenciales como trastornos depresivos o Alzheimer.




                                                Procesos de la Memoria

Para hablar de los procesos básicos en la memoria a largo plazo, antes debemos distinguir entre dos tipos diferentes de memoria, episódica y semántica, dado que cada uno implica, a su vez, procesos distintos.
La memoria episódica maneja las huellas de memoria compuestas por información central y los elementos contextuales que la acompañan. Y representa las propiedades o atributos perceptivos de los estímulos, con un referente autobiográfico, esto es, la huella de memoria está fechada temporalmente y localizada especialmente respecto al propio sujeto y a otros sucesos. Es un registro más o menos fiel de las experiencias de una persona, nuestros “recuerdos”.
                                                                                         

               La memoria semántica trabaja con información conceptual que tiene referencias cognitivas sobre hechos o sucesos genéricos y sobre conocimiento general. Por definición, la información semántica es acontextual o no autobiográfica. Son nuestros “conocimientos”.
Aquí nos referiremos principalmente a la memoria episódica puesto que es este tipo de memoria en la que se enmarcarían las declaraciones de los testigos. En este marco, podemos distinguir tres procesos básicos: codificación, retención y recuperación.   
                                                                  

Codificación

Los procesos de codificación implican la formación de una huella de memoria. Cada huella es específica y está influida por otra información almacenada en la memoria y relacionada autobiográfica y/o espacio-temporalmente con el episodio que es objeto de codificación, y por conceptos relacionados de la memoria semántica (figura 19). Ambas afectan a su interpretación. De modo que no se almacena la información tal cual la percibimos, sino que siempre es objeto de un proceso de selección de la información relevante, después de una interpretación que la dota de significado y por último de suintegración en las estructuras previamente existentes.
 La codificación hace a cada huella de memoria circunstancial y específica, de forma que pueden existir tantas como codificaciones diferentes se realicen. Esta especificidad viene determinada por la información contextual. Tulving y Thomson (1973) plantean el Principio de Codificación Específica para explicar este aspecto. Según este principio “las operaciones específicas de codificación realizadas sobre lo que se percibe determinan lo que se almacena, y  lo almacenado determina qué indicios de recuperación son eficaces para acceder a lo que está almacenado” (Tulving y Thomson, 1973, pág. 359)

Retención

El paso del tiempo es uno de los elementos clave en la fase de retención: cuanto mayor es el periodo de retención mayor será el deterioro de las huellas de memoria. Pero más importante aun es qué ocurre con la información almacenada durante ese tiempo. Así, el proceso más importante en la fase de retención es sin duda alguna la recodificación, que se define como los procesos u operaciones que tienen lugar después de la codificación de un suceso original y que provocan cambios en las huellas de memoria (Tulving, 1983).
Durante la re-codificación  las propiedades funcionales de una huella de memoria se modifican, debido a todo tipo de actividad mental. Las circunstancias que provocan una mayor re-codificación son aquellas en las que se repiten los mismos sucesos, o aquellas en las que se producen sucesos muy similares.
El efecto de la repetición puede provocar la confusión entre los diversos sucesos o bien una mayor accesibilidad a las huellas originales, dependiendo de las características de los hechos interpolados entre la codificación y la recuperación, y de las particularidades de la propia codificación.
La presentación múltiple de un mismo ítem en contextos diferentes dará lugar a la difusión de los elementos de la huella ya que se encontrarán en diferentes representaciones. Cuando lo que se repite es el contexto de presentación, entonces unos mismos indicios contextuales pueden servir para acceder a más de una huella, produciéndose un solapamiento.
La entrada de información no relacionada producirá un efecto de integración de la información si la nueva información se asimila a las representaciones existentes. Aunque incluso sin integración, la nueva información todavía puede interferir en la accesibilidad de la almacenada previamente.



Recuperación
La recuperación de la información previamente almacenada no siempre es fácil, ya que deben darse unas determinadas condiciones para que ésta se pueda producir. En primer lugar, el sistema cognitivo debe estar predispuesto para la recuperación. En segundo lugar, debe presentarse un indicio de recuperación adecuado, es decir, la clave que facilita encontrar la información almacenada (como la referencia de un libro en la biblioteca, sin la referencia no hay libro). Así, entre otros factores, la recuperación depende de lo completa que sea la re-instauración de la situación de codificación en el momento de la recuperación. Sin los indicios adecuados que se utilizaron en la codificación y que servirán como “pistas” para localizarla, la información queda inaccesible.
En este sentido, la recuperación dependerá de las distintas tareas de memoria, pudiendo distinguirse entre tareas explícitas o deliberadas (reconocimiento, recuerdo libre y recuerdo con indicios) que implican la recuperación consciente de la información; y tareas implícitas o no-deliberadas, que no requieren la recuperación consciente.
Las tareas explícitas se diferencian entre sí por el tipo de indicio que se proporciona al sujeto para resolverla. En las tareas de reconocimiento se presenta como indicios de recuperación una copia de los ítem codificados, en el recuerdo libre no se proporcionan indicios, mientras que en el recuerdo con indicios se facilitan los relacionados contextual y/o conceptual-mente con la información original. Es decir, en las tareas de reconocimiento se vuelve a presentar la información codificada anteriormente, por ejemplo volvemos a ver a una persona que ya apareció la semana pasada y la reconocemos como la misma que se presentó entonces. Cuanto más semejante sea su apariencia a la anterior, más fácil será de reconocer, ya que si se hubiera cambiado el peinado la tarea se verá dificultada. En el recuerdo lo que se vuelve a presentar es el contexto donde vimos a esa persona y somos nosotros quien tomándolo como indicio de recuperación debemos recordar a quién vimos allí entonces.


Procesos de recuperación
Tulving distingue entre dos procesos diferentes que intervendrían en distintas fases de la recuperación: el proceso de euforia y el proceso de conversión.
En la memoria episódica, la fase inicial corresponde al proceso de euforia, una actividad constructiva y sinergística que combina la información (episódica) de la huella y la información (semántica) del indicio. Lo que una persona recuerda de un hecho depende directamente de la cantidad y calidad de información eufórica relevante.
La segunda fase de recuperación consiste en que la información se hace accesible a la conciencia dando lugar a una experiencia de recuperación que puede ser interna simplemente haciéndose consciente la información, o externa dando lugar a una conducta como una respuesta manifiesta mediante el proceso de conversión.
Tulving (1983) denomina experiencia de recuperación a la conciencia subjetiva de la información eufórica de la persona que recuerda. La experiencia mental de recuerdo son imágenes mentales y conciencia: cuando una persona recuerda un hecho pasado tiene una imagen mental de él y es consciente de que se trata de una réplica de lo que ocurrió en cierta ocasión. De esta forma, el acto de recuperar un determinado episodio puede concluir con la experiencia de recuperación, pero en ocasiones la experiencia de recordar no es consciente directamente y se convierte en conducta en las tareas no-deliberadas o implícitas.


El fenómeno del Olvido.

La memoria es una función del cerebro y, a la vez, un fenómeno de la mente que permite al organismo codificar, almacenar y evocar lainformación del pasado. Surge como resultado de las conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas, lo que crea redesneuronales (la llamada potenciación a largo plazo).

      La memoria permite retener experiencias pasadas y, según el alcance temporal, se clasifica convencionalmente en: memoria a corto plazo(consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente), memoria a mediano plazo y memoria a largoplazo (consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las proteínascorrespondientes). El hipocampo es la parte del cerebro relacionada a la memoria y aprendizaje. Un ejemplo que sustenta lo antes mencionado es la enfermedad de Alzheimer que ataca las neuronas del hipocampo lo que causa que la persona vaya perdiendo memoria y no recuerde en muchas ocasiones ni a sus familiares.
         En términos prácticos, la memoria (o, mejor, los recuerdos) son la expresión de que ha ocurrido un aprendizaje. De ahí que los procesos de memoria y de aprendizaje sean difíciles de estudiar por separado.

Psicológicamente, las emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas conductas guía de respuestas del individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria.
Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del SNA y la del sistema endocrino, a fin de establecer un medio interno óptimo para el comportamiento más efectivo.
Conductualmente, las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto a nuestro entorno, y nos impulsan hacia ciertas personas, objetos, acciones, ideas y nos alejan de otros. Las emociones actúan también como depósito de influencias innatas y aprendidas, y poseen ciertas características invariables y otras que muestran cierta variación entre individuos, grupos y culturas.

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